domingo, 22 de julio de 2012

NOTICIA SOBRE EL BLOG

A partir del próxima día los artículos no serán exclusivamente de Canarias ya que por la excasa información de los sucesos los próximos días serán de toda España y según el trabajo de nuestros colaboradores y mio con los casos que he redactado.
Gracias y perdonen las molestias.

EL ENIGMA TEMPLARIO (TENERIFE)

Muchas son las investigaciones que se han llevado a cabo acerca del temple y su relación con las Islas, pero faltaba una investigación histórica y matemática que hasta el momento otros científicos anteriores no se habían atrevido a hacer, basados quizás en un estudio más exhaustivo sobre técnicas relacionadas incluso con la física cuántica.


La historia contrafactual nos acerca a algo que hubiera podido ocurrir en un momento del pasado pero que anteriormente no ha sido investigado en profundidad. Se trata de interconectar datos que hasta el momento no se habían tenido en cuenta desde esa perspectiva y a través de este ejercicio tratar de llegar a conclusiones que planteen una nueva idea.



Con la investigación en la mano, nos acercamos al origen templario que plantea Gil Marín.
Basado en cronologías históricas, está claro que el legado del temple subsistió al paso del tiempo, con el ejemplo de diferentes órdenes que existieron en Castilla en el tiempo de las cruzadas.

Son también posibles ramas de esta orden las que se sitúan en lugares como Escocia o Portugal. Y es este último el que nos lleva directamente a situar la Orden del Temple en Tenerife.

En el siglo XIV el rey de Portugal descubre las Islas Canarias y de ahí que los templarios que residían en la parte lusa se trasladaran también a las islas y en especial a Tenerife.


ENCLAVES DE BRUJAS ( LA GOMERA - CANARIAS)

En la cima del Alto de Garajonay, situada a 1375 m de altura, se localiza uno de los enclaves sagrados más importantes de la isla, con al menos cuatro aras de sacrificio. El parque nacional del que emerge es un paraje natural que alberga una muestra viva de auténticos fósiles vegetales y en cuyo seno se encuentra la Laguna Grande, un llano circular que surge en un claro del bosque y que desde antaño fue punto de encuentro de los diversos caminos que recorren la isla y de presuntas reuniones brujeriles. 


Éstas se celebraban en un círculo de piedras que, según la tradición oral, ha sido utilizado hasta hace muy pocos años. Cerca se alza un monolito que aún conserva las señales de su uso ritual. En la actualidad, la zona se ha convertido en un lugar recreativo y el círculo de catorce piedras ha sido reconstruido basándose en el original. Algunas de estas piedras presentan signos grabados, pero resulta difícil distinguir los de moderna ejecución de los antiguos. Entre estos últimos destacan una cruz grabada en la cara interior de una de las piedras y otras grafías que recuerdan a los signos rúnicos y a las marcas de los canteros.


La tradición refiere también la existencia en este paraje, hasta hace unas décadas, de diversos amontonamientos de piedras distribuidos en todo el claro del bosque. Túmulos que, según la hipótesis del arqueólogo Antonio Tejera Gaspar, fueron realizados por los antiguos aborígenes de la isla con las piedras que cada caminante dejaba en el lugar al pasar por él. Una costumbre que entre los bereberes tiene un carácter mágico, pues cada piedra representa al espíritu de un antepasado. En conjunto, las piedras forman altares denominados kerkús.

Hasta hace pocos años se creía que las brujas cambiaban de lugar los túmulos de Laguna Grande e incluso hoy en día se cuenta la historia de un caminante que una noche se encontró en la zona con un grupo de ellas en pleno akelarre y que, al clavar su cuchillo en el suelo, las dejó paralizadas hasta el día siguiente. En el mismo recinto hay una roca gris verdosa de mayor tamaño que el resto. Se encuentra situada a casi trece metros del círculo, con tres de cuyas piedras forma un eje que podría estar marcando algún punto de interés geográfico o astronómico. 


Este monolito, de 1,40 m de alto y 1,50 de ancho, recuerda levemente a una cabeza, aunque lo más interesante del mismo, tal y como apunta Tejera Gaspar, son las 22 perforaciones circulares que presenta distribuidas en tres de sus caras. De naturaleza claramente artificial, estos agujeros tienen una profundidad media de 7 cm y un ancho de 6. Su origen no ha podido ser determinado, aunque algunos arqueólogos opinan que puede tratarse de una estela realizada por los antiguos aborígenes.

CUADROS MILAGREROS Y VÍRGENES NEGRAS (LA GOMERA - CANARIAS)

Nuestro punto de partida es la capital de la isla, San Sebastián de La Gomera. Allí se encuentran la Torre del Conde, construida por el conquistador Hernán Peraza hacia el año 1450 y considerada la edificación militar más importante del archipiélago; la Casa y el Pozo de la Aguada, donde se abasteció Colón (sede en la actualidad de la Oficina Insular de Turismo); el Museo Casa de Colón, que alberga una interesante colección de piezas precolombinas pertenecientes a la cultura chimón, y el Museo Arqueológico de la ciudad. 


Muy cerca de este último se alza la iglesia de la Asunción, edificada sobre los restos de la ermita en la que, según la tradición, rezó el Almirante y que acoge un cuadro muy singular. Se trata de una pintura situada en la nave derecha del templo que representa a San Ramón Nonato y a cuyo pie figura una leyenda que relata la “milagrosa” exudación que padeció el santo durante más de un mes: desde el 12 de noviembre de 1765 hasta el 13 de diciembre del mismo año. Del portento que conmocionó a la isla apenas existen más datos, salvo la certeza de que se produjo con motivo de alguna epidemia que asoló la zona y de que desde entonces la pintura tiene fama curanderil y protectora.


Pero la iglesia de la Asunción nos depara otra sorpresa. El recinto alberga una curiosa imagen mariana, venerada como Virgen de la Salud, que durante mucho tiempo recibió culto en la ermita de las Nieves, levantada, como tantas otras, sobre un viejo santuario aborigen. Tal y como pusieron de manifiesto investigadores como David Suárez Dorta, del Instituto de Estudios Colombinos, se trata de una figura de estilo gótico de una virgen negra que podría ser, incluso, una representación de la Virgen de Candelaria, dado su parecido con la imagen –también negra– conservada en el municipio tinerfeño de Adeje.


La virgen gomera alimenta así el debate sobre la llegada y la estancia de caballeros templarios a Canarias. Su último representante podría haber sido el mismísimo Colón, cuyas carabelas lucieron la cruz templaria. La talla podría haber sido traída por el genovés a la isla o constituir una “pista” con la que sus predecesores marcaron la ruta hacia América.




LA ISLA FANTASMA SAN BORONDÓN ( CANARIAS)

Se sabe que las Islas Canarias son siete, sin embargo, se busca una octava isla. Se trata de la isla fantasma.
Lo cierto es que desde el siglo XV, a lo largo del cual las Islas Canarias son conquistadas, comienzan a oírse los relatos de una octava isla, que a veces se divisaba al oeste de La Palma, El Hierro y La Gomera. Cuando los navegantes intentaban aproximarse a ella, y se encontraban a la vista de sus costas, montañas y valles, la isla era envuelta por la bruma y desaparecía completamente como si fuera una isla fantasma. Evidentemente, la isla fue rápidamente identificada con la mítica isla ballena de San Brendan, cuyo nombre se convirtió, en Canarias, en San Borondón.


Se creyó a pies juntillas en su existencia, y no faltaron relatos detallados de algún que otro navegante que juraba haber desembarcado en la isla y haberla explorado antes de que volviera a hundirse en el Océano. En algún tratado internacional firmado por el Reino de Castilla, haciendo referencia a Canarias, se hablaba de la soberanía castellana sobre las islas de Canaria descubiertas y por descubrir; como quien dice, por si acaso. La isla fue llamada Aprositus, Inaccesible, y en otras versiones de la leyenda recibe el nombre de Antilia o Isla de las Siete Ciudades, ciudades que se suponían fundadas por siete legendarios obispos.




En los archivos del siglo XVIII aparecen investigaciones oficiales realizadas por las autoridades de la Isla del Hierro, en la que declaran decenas de testigos que afirman haber visto la isla encantada desde las cumbres herreñas. A raíz de ello partió de Santa Cruz de Tenerife una expedición en busca de la isla.
Resulta asombrosa la tenacidad con la que la leyenda ha seguido viva en el folklore popular canario. San Borondón sigue siendo una presencia constante en la imaginación popular de las islas, y seguramente no hay isleño de Tenerife, La Palma, La Gomera o El Hierro que no haya oteado alguna vez desde las cumbres de su propia isla, buscando la isla perdida de San Borondón en el horizonte del oeste donde el sol se hunde en el azul cobalto del Atlántico.

San Borondón Phenomena